7.10.07

Designer, to be or not to be?

Me da un poco de nostalgia recordar aquellos años en que decidí entrar a estudiar diseño industrial por la sola razón de creer que seria la profesión con que yo viviría, y principalmente de la cual yo y mi familia podríamos alimentarnos la vida entera.
Ahora, si un hijo mío me dijera que quiere estudiar diseño lo primero que haría seria darle una palmadita cariñosa en la cabeza y entregarle al instante un libro de calculo I para que se fuera familiarizando con alguna ingeniería y comenzara a pensar con la cabeza y no con el corazón.
En revistas y diarios he encontrado últimamente publicidades que hablan de “el premio al diseño chileno” organizado por la QVID, una asociación de empresarios-diseñadores (y arquitectos) que hacen un poco de ruido y se premian de vez en cuando entre ellos como para no decir que no hacen nada… hablan del diseño y de los diseñadores cuan Robin hood haciendo justicia frente a los pobres, pero lo mas triste de todo es que cuando algún diseñador novato va a golpearles la puerta para pedir trabajo ni se arrugan en ofrecerles el sueldo mínimo y estrujarlos al máximo y mas encima mandarlos a trabajar en un cubículo de 1 x 1 porque para su bolsillo todo lo que refleje ahorro de tiempo y espacio evidentemente será mejor.
Y aun queda mas, muchos de ellos se convierten en avezados profesores que dictan cátedra y entregan magíster en diseño y demases, sin tener un mínimo de escrúpulo en revelar a sus alumnos que el grado a recibir solo le servirá a los incaustos para encontrar pega mas rápido de vendedor especialista en… WC. Bingo!
Tal vez no sea la forma mas diplomática de expresar lo injusto que me parece que un chofer del trasantiago tenga un sueldo mas alto que un diseñador que estudio 5 años en la universidad, pero creo verdaderamente que la cosa no va a mejorar… las universidades y las asociaciones como la QVID deberían trabajar en conjunto para un desarrollo “ético” de la profesión, acompañado además de un sueldo razonable, o por lo menos disminuir los años de carrera porque definitivamente no se requieren 5 años para aprender a enrielar nuestro talento a través de las herramientas tecnológicas que muchos profesores titulares ni siquiera saben que existe.
Señores de la QVID los invito sinceramente a hacer algo que valga la pena y dejar la auto- referencia por un rato, porque el día que alguna de sus fastuosas empresas sea premiada como el mejor lugar para trabajar en la Chile yo seré la primera en aplaudirlos de pie.
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